Una revocatoria intoxicada por la mala voluntad

Al aprobar en el Senado la ley de referendo para la revocatoria de mandato del presidente y los prefectos, los de la oposición parece que han metido la pata, porque se dieron cuenta que se encuentran en una orfandad muy desgraciada.  Pero también el gobierno se ha arrepentido de haber dejado ese cabo suelto, que le era muy favorable el año pasado, cuando el MAS aún gozaba de buena salud.  Ha sido una solución desafortunada; porque sencillamente no resuelve situación alguna.

Este referendo revocatorio está cargado de una bolsa de resentimientos y perversidad que compromete al oficialismo y la oposición. Las batallas verbales coinciden en que el referendo sólo servirá para dirimir y reorganizar el poder territorial, nada más.  Es que los políticos están aprovechando de la candidez de la ciudadanía, para pasear y patinar en un tablero que no ha cambiado desde 1982.

Cualquier resultado del referendo sólo mueve las fichas, porque el tablero sigue siendo la Constitución Política vigente. Uno de los resultados puede hacer que Evo salga del gobierno central y también algunos prefectos; y así se consolidaría un simple enroque y habría elecciones en 2009.  Otro resultado puede mantener las cosas como están, postergando todo para las elecciones de 2010.  Lo que sí es seguro es que no se aprobará el proyecto de nueva constitución, porque este engendro hizo tanto o mucho daño al gobierno como a los opositores.  Este es un caso cerrado, por decisión unánime de todos los deudos.

¿Evo ha bajado en su nivel de popularidad, como para perder el referendo? Sí, pero ¿algún líder de la oposición habrá subido en algo más del 10% su grado de aceptación popular en el ámbito nacional, como para ir a ganar las elecciones de 2009? Respuestas hay miles, pero todas tienen un común denominador: mala voluntad del votante. Hay abstencionismo; y para destacar este defecto, el trabajo de los mecanismos de comunicación del oficialismo y de los esbirros totalitarios fue intenso en ese sentido y se perpetúo, incluso para marchitar el estatuto autonomista bien ganado en las urnas.

Si impera la mala voluntad, cualquier escenario pesimista es viable. Los prefectos opositores y el gobernador Morales, seguirán rodeados de los mismos operadores muy desdichados ellos y perdedores experimentados, y en ambos casos continuarán utilizando al pedazo más pobre del proletariado y el campesinado, conscientes de que su extrema alienación impedirá la toma de conciencia firme en un referendo convocado para prescindir de Evo o Manfred, o Rubén, o Leopoldo, o Pepe Lucho, o el que sea.

Grave. El MAS sigue amparado bajo el ala plutócrata, neoliberal y mercachifle del MIR, y no ha dudado en acoger a los cimientos más bajos del MNR y a los eternos burócratas de ADN, al bagazo del NFR y otras tucuimas de corte marxista; y por el lado de PODEMOS existen unos individuos que destacan por su instinto y no por sus acciones meditadas, bien nacidos en el ala derecha del ADN, enaltecidos por el MNR, enriquecidos en el MIR o en la izquierda frívola del comunismo; y todos muy orondos pero mal unidos.  ¿El referendo revocatorio resolverá esto?

Entre la ciudadanía se siente que nadie quiere conformar ni uno ni otro bando. Lo único visible es que en diciembre de 2010 habrán elecciones generales como las de antes; y para ese entonces nos daremos cuenta que nada habrá cambiado. Y todo tan neoliberal como ahora.

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