Los padrinos y las familias del futbol

“Eres mi hermano mayor, y te quiero mucho. Pero nunca te pongas del lado de alguien que va contra la familia. Nunca.” Así le dijo Michael Corleone a su hermano Fredo, cuando le reclamaba por su actitud timorata y supuestamente desleal con la organización criminal que dirigía su padre, don Vito. Este pasaje aparece en la novela “El Padrino” de Mario Puzo; pero este viernes se ha escrito un pasaje negro en la novela que describe a la “gran familia” de dirigentes del futbol mundial, cuando ha reelegido a Joseph Blatter, más conocido como Sepp, al mando de la FIFA. Esta ratificación se ha producido en medio de la persecución judicial contra 14 dirigentes futboleros podridos, que fueron detenidos preventivamente por la policía suiza a requerimiento de extradición impulsado desde Estados Unidos por el FBI.

De una manera lógica se pudo haber supuesto que esta persecución tendría que haber provocado pavor en los demás dirigentes corruptos, pero lo único que se ha logrado es envalentonarlos mucho más, por eso es que Blatter resulta elegido por esos mismos dirigentes. Esta rosca de personajes nefastos, al mejor estilo de la mafia, van reproduciéndose espontáneamente o sustituyéndose unos a otros en caso de muerte o traición. Sino que nos cuenten los que habiendo pertenecido a la gran familia han decidido desmarcarse y obrar en contra de ella. Ellos quedaron anulados, aislados y con remordimiento visible por haberse puesto del lado contrario; pero lo que no han perdido son sus ansias para vincularse, como sea, con los delitos de lavado de dinero que se origina en el tráfico de influencias, los contratos clandestinos e ilegales; el cobro de sobornos para ratificar a los jerarcas del fútbol mundial, regional y local; el arreglo de partidos y el cobro de apuestas ilegales por vía electrónica. Se trata pues de la otra familia, la opositora, esa que también tiene sus propios padrinos.

Tan sólo haciendo una revisión de los documentos publicados en diferentes medios de prensa durante los primeros 15 años de este nuevo siglo, sobran pues los elementos probatorios para confirmar de modo fehaciente que todos los dirigentes deportivos de ambas familias, la oficial y la opositora, que han actuado en las diferentes instancias de la dirigencia futbolera han estado complicados en algunos de estos delitos, directa o indirectamente. Ya no queda duda, esta es una gran familia unida por el delito.

En el mundo futbolero de nuestro país, todas las pruebas de corrupción apuntan contra el actual presidente de la Federación Boliviana de Fútbol, Carlos Chávez, que independientemente de haber abanicado la reelección de Blatter, ha creado en Bolivia una cadena de padrinazgos de segundo nivel y mando vertical, al mejor estilo de las mafias italianas, y en la que se estimulan las lealtades y los servilismos con dinero en efectivo en el mejor de los casos, y en los peores con un plato de comida, una botella de alcohol y alguna que otra dádiva lujuriosa. Así son esos padrinos que tanto daño hacen al futbol boliviano. Mario Puzo también escribió en esa novela emblemática que “los italianos piensan que el mundo es tan duro que hace falta tener dos padres, por eso todos tienen un padrino”; y parafraseando esta cita en el tablero del futbol mundial nos quedaríamos con que los dirigentes piensan que el mundo del futbol es tan duro que hace falta tener dos padres, por eso todos tienen un padrino. ¿Alguien piensa que esto ha de cambiar? Por supuesto que sí. Una familia sustituirá a la otra.

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