En junio pasado e inmediatamente de que la selección de futbol de Bolivia empató con la de Venezuela, al Vicepresidente del Estado, Álvaro García, le sobró el entusiasmo para pedir públicamente la renovación total de la dirigencia futbolera exclamando “Que se vayan todos”, incluidos los viejos jugadores. Una expresión muy elocuente para pedir ese “paso al costado” que deberían dar los dirigentes cuestionados y así renunciar a sus cargos y a muchos de los privilegios que gozan. Esta declaración pública del alto dignatario fue muy cuestionada, no sólo por quienes dirigen técnicamente a los futbolistas, sino también por aquellos lideran la Federación Boliviana de Futbol (FBF), la Liga y la Asociación Nacional de Futbol (ANF).
Cada vez más alejados de las canchas y de las realidades institucionales, algunos dirigentes, obstinados en el afán de aplacar y suavizar la decepción nacional, propusieron organizar una Cumbre del Fútbol que debía realizarse en Cochabamba del 8 al 12 de julio y que nunca se materializó, porque sencillamente los artífices de este proyecto agotado y estéril, estaban aún en tratativas para empotrar al Presidente de la FBF como Tesorero de la Confederación Sudamericana de Futbol (Conmebol). Ya en agosto pasado y una vez elegido Carlos Chávez en ese cargo de la Conmebol ha quedado claro que las fichas se moverán siempre en sentido ascendente y cumpliendo las normas del pasanaku (hoy por ti, mañana por mí). Será el actual presidente de la Liga que tomará las riendas de la FBF y algún buen tipo muy vinculado a la ANF y a la rosca futbolera se hará cargo de la Liga; y un nuevo líder, muy afín a los desastres, se encargará de la ANF.
Ahora en septiembre y después de que Paraguay nos goleó y Ecuador mandó a Bolivia al fondo de la tabla, todos se preguntan ingenuamente si existe alguna chance para clasificar al mundial de Brasil; o si podremos clasificar al mundial de Rusia para 2018. Nuevamente estos dirigentes, desviando la atención del público y envolviendo nuestras derrotas con el celofán de la incertidumbre, endilgaron la culpa al “pobre público” que ya no asiste a los partidos de la selección y a la “altura de La Paz” que nos impide ganar (¿?). ¿Y la cumbre del futbol? …, Simple, la cumbre será convocada a antojo de quienes durante estos últimos quince años nos cargaron con decisiones institucionales y futbolísticas absolutamente infructuosas. ¿Qué creen? Serán ellos que modelen el cambio, además las leyes y los estatutos más urgentes que regularán esta actividad deportiva. Son tan previsibles en sus actos y conductas que ya han generado una idea asombrosa de que ellos son imprescindibles para mejorar las cosas. Ellos son los únicos salvadores, los mismos que desaprovecharon varias veces la posibilidad de que la FBF se convierta en la primera organización participativa de la sociedad civil boliviana. Ni hablar de la Liga y la ANF.
Contra todo esto, las palabras del Vicepresidente García Linera cobran mayor potencia; y con firmeza nos corresponde hacer todos los esfuerzos para recobrar el futbol, como patrimonio de los jugadores y jugadoras, los técnicos, los jueces, los espectadores, los hinchas, los jóvenes, niñas y niños; ese patrimonio que es de sus madres y padres; en suma, esa riqueza de la familia boliviana entera. Pero la tarea más importante será liberar esta actividad deportiva de pleno interés público, del secuestro malsano impuesto por los eternos e imprescindibles salvadores del futbol. Entonces, manos a la obra.