Intercambio de infiltraciones delictuales

El pasado martes fui testigos de un acto inmoral que refleja los bajos instintos de los operadores políticos de este triste país. Con mucho regocijo en sus rostros, un senador y un simpatizante de Unidad Demócrata (UD), se presentaron ante la comunidad para relatar su proeza. Ocurre que este partido de oposición, subrepticiamente muy ligado al oficialismo, había recurrido a la infiltración de sus agentes en las filas azules con el único fin de impugnar el registro de los candidatos inconstitucionales Evo Morales y Álvaro García. El infiltrado explicó que se trataba de una estrategia política ya que el reglamento electoral de las primarias establece que solamente los militantes del MAS pueden inhabilitar a sus candidatos y que con ese “noble propósito” él se “sacrificó” en nombre de todos los bolivianos. El senador de UD que le acompañaba, lanzó a la prensa este escopetazo, justificando lo injustificable: “Lo hemos hecho inscribir al partido, tiene su inscripción como militante del MAS. Yo sé que es difícil pero por la patria se hace todo… hemos presentado la impugnación a la inhabilitación del binomio presidencial trucho”. Yo sé que en política vale todo, pero eso de que “por la patria se hace todo”, me suena a delinquir por la patria.

Esta estrategia política de la infiltración resultó infructuosa, porque unas horas después el Tribunal Supremo Electoral habilitaba las candidaturas impugnadas por el infiltrado, cargando más inseguridad jurídica dentro de la dictadura que ya vivimos hace tiempo atrás. Esta maña fallida es una muestra más del sinfín de argumentos que confirman que UD siempre ha sido, es y será un organismo político creado artificialmente para coadyuvar en el plan gubernamental de implantar y consolidar la dictadura en el país. Es que esta infiltración consentida y planeada ha resultado tan increíble, como increíble ha sido la infiltración del masista Víctor Gutiérrez en las filas de UD, como candidato a diputado, que después resultó siendo elegido.

Este tipo de intercambio de infiltraciones sólo nos permite confirmar que UD desde hace mucho tiempo atrás tiene un pacto secreto con el partido de gobierno para facilitar una oposición sometida a los designios tiránicos. Sobran las experiencias tibias, escasas de ímpetu y poco eficientes que ha desarrollado este partido durante los últimos años. Como estériles han sido también sus grandes amagues de opositor victimizado, ya que desde mucho antes de que se apruebe la nueva Constitución Política del Estado tanto sus representantes nacionales como los constituyentes elegidos, han demostrado una funcionalidad contratada que en todos los casos ha derivado en una serie de retiradas silenciosas en lo más álgido de todos los problemas políticos de los últimos 12 años de gobierno de Evo Morales.

Está por demás reiterar la insignificante y escasa influencia que este partido político ha tenido en el escenario político. Lo que no me extraña es que su complicidad ha caído en un deterioro irreversible. Entonces, todo hace deducir que los gobernantes prescindieron de UD, debido a su ineficacia para demostrar mejor influencia que los actuales candidatos opositores con mejores perspectivas, y con una fuerte tendencia a capitalizar ingentes cantidades de simpatía entre la ciudadanía. Mal que debe pesar al sátrapa, el mismo que ahora “gobierna despótica y arbitrariamente y que hace ostentación de su poder”, como así reza el diccionario de mi lengua.

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