En abril de 2007, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) presentó el Informe Nacional sobre Desarrollo Humano, que se constituyó en el guión final que ha definido la línea espiritual de la actual Constitución Política del Estado. Lo plurinacional y lo indígena originario campesino se inscribieron de forma radical en este informe; incluida la necesidad de reempadronar a los bolivianos y bolivianas para constituirlos en agentes y sujetos de derechos, aunque sea biométricamente. Un plan irreversible y un mapa perfecto para perpetuar un estado racista y totalitario. Si bien este documento no compromete la línea de opinión del PNUD, sólo basta preguntar quién editó este informe. ¿Adivinen? … José Luis Exeni, sí … el mismo. El hombre clave del gobierno.
Como consecuencia lógica Exeni no se va del Tribunal Supremo Electoral y queda claro que su figura, aliada con otras que trabajan en algunos organismos multilaterales e internacionales que sintonizan con la política de Evo Morales, consolidará el proyecto de la biometrización. Es un proyecto caro, muy caro, pero no tenía que ser el gobierno que tome la iniciativa para implementarlo. Necesitaban que alguien la asuma y así fue que los opositores zalameros y venales, ejerciendo sus mejores cualidades de espías, provocaron que los incautos que están aliados al CONALDE y otras instituciones satélites, carentes de criterio, se reúnan de emergencia en Santa Cruz y lancen la propuesta. La trampa estaba tendida. De otra manera no se explica la razón del festejo de Evo Morales y … de Exeni, obviamente; después de la aprobación de la nueva ley del régimen electoral que guiará la primera contienda electoral de este nuestro estado plurinacional.
Era, pues, Exeni que tenía la necesidad de un padrón biométrico “plurifuncional” para controlar y digitar las elecciones y a los candidatos, también el gobierno requería de este instrumento que le permita destinar y repartir dinero con eficiencia hacia los sectores en los que cautiva las más altas lealtades masistas a base de “bonos” para los niños, los jóvenes y las personas de la tercera edad; también para optimizar el despilfarro o la asignación de “cupos”; o para direccionar recursos hacia las regiones que sean susceptibles de conquista política, además para cobrar mejor los impuestos a quienes ingenuamente los pagan y liberar de tributos a los agentes económicos que siempre negociaron sus sumisiones.
El gobierno se llevó el crédito, con fiesta y todo, y lo triste fue que el trabajo sucio lo realizó la oposición. Ahora Evo Morales, apostará para que todos los agentes de Podemos, UN y otras líneas políticas que participaron en la mesa de concertación que consolidó el padrón biométrico, se conviertan en los principales “candidatos opositores” para diciembre, con el fin de que sean ellos, con todos los medios a su alcance, que frustren, impidan y obstaculicen la conformación de un frente único, con el candidato único que encarne una idea: restablecer la libertad y el Estado de Derecho en este país. Exeni sabe esto y tiene que ayudar a que el fracaso opositor sea una realidad, por eso se queda.