En septiembre del año pasado Evo Morales ya había ordenado que se elabore un programa de compra de las empresas eléctricas, bajo el rótulo de “nacionalización”. Fue en octubre del 2009, que se anunció la nacionalización de toda la cadena de generación, transporte y distribución de electricidad para que el Estado participe activamente en la prestación del servicio comunitario. Los funcionarios se pusieron manos a la obra porque el mandato presidencial era claro. Fue un proceso largo, seguramente para transparentar el control estatal de las empresas privadas y las cooperativas de distribución de energía eléctrica Así se cumplió y se nacionalizaron esas empresas, pero lo que preocupó fue el efecto mediático del proceso de “recuperación” (no nacionalización) de las acciones en una empresa estratégica como ELFEC S.A. que es 100% nacional. Este hecho generó la impresión de que el proceso fue tan repentino, que nadie tuvo tiempo para organizar sus intereses.
Es el caso de los trabajadores del ELFEC S.A. que el día viernes pidieron la intervención inmediata del “compañero” Evo Morales, para que deje sin efecto las “acciones de algunos servidores o servidoras públicas del actual Gobierno que pretenden afectar los derechos de los trabajadores de ELFEC S.A. y del Departamento de Cochabamba». Es que ha resultado muy extemporánea la denuncia, si los propios trabajadores y otros socios de la empresa ya tenían clara la figura de la “recuperación” muchos meses antes. ¿Creyeron que el “compañero” Evo evitaría este proceso? Estaban equivocados, y sabían que la historia de las nacionalizaciones y recuperaciones no se detiene, por nada y por nadie.
Pese a que el gobierno ha prometido a los trabajadores que gozarán de estabilidad laboral y salarial; se ha suscitado un conflicto de intereses bastante delicado ¿Qué pasará con los miles de trabajadores de la distribuidora de electricidad, que a la vez son socios accionistas, junto con COMTECO, de la empresa Luz del Valle S.A. que controla el 92.12% del capital de ELFEC S.A.? Con razón se congregaron en las oficinas de la empresa para hacer una vigilia y así evitar la “confiscación” que el gobierno pretende, según ellos. Su inversión capitalista en la empresa está en peligro porque, como en todo negocio donde se barajan millones de dólares, el gobierno manipulará unilateralmente el precio de las acciones recuperadas, deduciendo los pasivos tributarios, sociales y otros que correspondan, y “luego” se pagará a los trabajadores un saldo por sus acciones. ¿Dónde, cuándo y cuánto?
Seguramente, este proceso de recuperación de ELFEC S.A. será seguido muy de cerca por los líderes que pretendieron controlar furiosamente la empresa el año 2000. Son ellos que están interesados en saber el precio que pagará el Estado por la compra de acciones de unos capitalistas 100% bolivianos. Es que a cualquier masista le debe causar susceptibilidad el contraste de que sus camaradas del socialismo colectivista entren en ese mundo donde se transa con la codicia capitalista, ese preciso lugar donde se manejan muchas tentaciones para fijar el precio de una acción, una cerveza o una vida. ¿Será por encima o por debajo de su valor nominal?, o ¿primará el valor comercial, el bursátil, o el de liquidación, o su valor real? En fin, será la sociedad civil organizada que realice el control social como manda la nueva constitución. Que increíble, hace un año atrás pensábamos que esto del control social no funcionaría, ni siquiera en un negocio tan elemental como la recuperación (compra) de la empresa ELFEC S.A.; y como muchos, ahora pensamos que así debería ser.