UN o la caja de los plurinominales

Nos ha extrañado como Unidad Nacional (UN) ha propuesto conformar un frente amplio que permita complicar el futuro político de Evo Morales en las próximas elecciones de 2009. Este plan incluye levantar cualquier escombro de los partidos tradicionales (no masistas) para acogerlos y concentrarlos en UN. Eduardo Rodríguez, Carlos Mesa, Víctor Hugo Cárdenas y René Joaquino están en la lista. Probablemente Quiroga Ramírez no se una a este frente, pero la militancia de PODEMOS sí, dando así continuidad al ejercicio perenne del infortunio político y la ingenuidad deliberada.

Desde agosto de 2006, UN ha mostrado esa faceta inválida de popularidad en la Asamblea Constituyente, y con un número muy reducido de constituyentes, incluido el mismo Doria Medina; fueron tranzando, tirando y aflojando la legalidad desde el teatro Sucre hasta el cuartel de la Glorieta; y en su traslado secreto hasta Oruro y terminando con el papelón del 21 de octubre pasado.  Fueron ellos quienes negociaron, sin timidez alguna, el proyecto de la Constitución Política del Estado (CPE) y que será utilizada por UN para proponer los candidatos que abulten la oposición dócil y timorata de este país; seguramente con los personajes políticos que continúan su periplo satelital en torno al líder máximo; y que han permutado el retorno a la práctica corrupta de las candidaturas plurinominales que se ejercen a cambio de dinero en efectivo.  Exactamente, esas que todo el pueblo boliviano aborrecía en los ejercicios electorales del pasado, y que tanto desdeñaba el propio Presidente Morales. ¿Qué tuvo que estar en juego para que el MAS negocie y acepte la reposición de los “pluris”?, si sabemos que el partido de gobierno había desechado, de todos los proyectos constitucionales, esta dolosa práctica de encaramar candidatos con antifaz y prontuario detrás de la figura presidencial.

Esta claro que el centrismo y la derecha en este país están en un proceso serio de recreación; y por lo que se nota, no han tomado siquiera en cuenta a UN para que sea el vehículo que transporte la nueva propuesta.  UN tiene su propia proyecto, que no coincide siquiera con el plurinacionalismo, el indigenismo y el campechanismo boliviano, que ya son adictos al MAS. Entonces la orfandad y la soledad son profundas. Esta infausta propuesta de conformar el frente único sólo ha logrado levantar unas sonrisas torvas en los labios de quienes tienen buena estrella apostando a la política del absurdo: trabajar para el gobierno por dentro, cumpliendo el papel de opositor por fuera.

El mejor consejo que puede recibir Doria Medina es que se aleje de esa gente desdichada, y abandone el proyecto de convertir a su partido UN en una caja de sastre. Esa en la que confusamente se junte a moros y cristianos, encadene papas y manzanas o articule perros y gatos; y donde el grado de contagio con la mediocridad es muy alto. No debería tender la mano a quienes en su actuar dentro la oposición han demostrado una complicidad siniestra con la autocracia. Así UN y su propio líder deberían pasar por un proceso de redención; y comprometerse únicamente con la legalidad, la libertad y la democracia. Una cuarentena espiritual es la mejor opción para UN.

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