Los impuestos y los profesionales

Los componentes de la clase media son generalmente ejecutivos y empleados asalariados con ingresos por encima del promedio, incluidos los profesionales liberales. Todos ellos soportan muchos gastos y por este hecho pagan impuestos indirectos, como el IVA, que son muy altos para su actual realidad económica.Las trampas tributarias para los profesionales están por todos los páramos fiscales. A los dependientes (contribuyentes indirectos) se les permite gastar, libre de impuestos, hasta el monto que suma dos salarios mínimos cada mes, y descargar (descontar sus impuestos) de forma ilimitada con facturas que tienen un crédito fiscal enorme, y que terminan pagando un impuesto RC IVA igual a cero todos los meses, en la mayoría de los casos. En cambio, a los profesionales liberales no se les permite descontar compras y gastos básicos, para mantener la “fuente”, como los de su propia alimentación, sus gastos de salud, la educación superior que recibe para mejorar su posición académica, y otros gastos relacionados con el mantenimiento de su propia familia (colegio, vestimenta, etc.). Mucho peor cuando se les impide descontar de sus ingresos aquellos gastos corrientes como los intereses pagados por préstamos en la banca, por ejemplo. En estos casos el pago del impuesto es íntegro e insoportable.

A esta clase pertenecen los profesionales liberales, que para pagar el IUE son asimilados inconstitucionalmente en el concepto de “empresa con fines de lucro”; y la ley no les permite reportar “pérdidas” durante un año, y por el contrario se les obliga a reportar una “utilidad presunta”, aún no haya registrado utilidad alguna. Esto ya es absurdo.

Ahora corresponde que el Ministro de Economía y Finanzas Públicas se quite la venda y vea, pero que vea con los ojos de las personas naturales de la clase media. Todos estamos convencidos que el sistema tributario vigente desde 1986, ha cumplido su ciclo y poco a poco se ha convertido en un sistema corrupto, exaccionador y abusivo, especialmente por el grado de incidencia que tiene el IVA y el IUE en la actividad fiscal de los profesionales. Hay que vertebrar un nuevo sistema que sea igual y justo, como bien ahora enseña la nueva Constitución Política del Estado (artículo 323.I). El Gobierno debe entender que los profesionales liberales son los articuladores más importantes del movimiento económico de un país, y que no sólo ganan sino también gastan.

Sólo esperamos que le permitan a esta fastidiada clase profesional boliviana el acceso al ahorro, además de facilitarle su participación merecida en la distribución de la riqueza nacional. Es necesario motivar y estimular a los profesionales bolivianos para que sigan trabajando en igualdad de condiciones y así generen un excedente que les garantice un futuro digno.

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