Desafortunada aclaración

El domingo 3 de abril de 2016, el periódico La Razón en su nota editorial titulada “Impuestos” (LEER EDITORIAL), pidió a las autoridades impositivas que en lugar de forzar los procedimientos tributarios para multar con excesos a los contribuyentes, ya deberían “identificar aquellos bolsones de riqueza que hasta ahora viven y generan beneficios de espaldas al Estado, encubriéndose como micro y pequeños emprendimientos”, por lo que “resulta imperativo que el sistema impositivo sea repensado en función a la realidad del país”. Los que medianamente sabemos leer editoriales serios así hemos entendido el mensaje que este periódico ha emitido responsablemente.

Pero el Servicio de Impuestos Nacionales ha entendido otra cosa. Salió por la tangente y en una aclaración pública simplemente se refirió a temas formales provocados por una confusión conceptual entre “consultor” y “profesional independiente”, que como se podrá observar no viene a la problemática central del editorial. Peor tarea cumplió la Administración Tributaria al aclarar que la normativa se cumple en los “plazos previstos en la norma” y que sobre los ilícitos de incumplimientos de deberes formales (IDF) “no se aplican actualizaciones, ni intereses”. Que desafortunada aclaración, si todos sabemos que en la imposición de multas por IDF si se aplican actualizaciones reglamentadas previamente en UFV. Esto no es todo, ocurre que el Servicio de Impuestos Nacionales dice que el editorial cae en “imprecisiones” y nos “confunde” a todos.

aclaracion

La Administración Tributaria ha perdido credibilidad en su intento de desmerecer el editorial del periódico La Razón, porque sencillamente ha rehuido su deber moral de aclarar por qué razón se ha concentrado en el sector formal de la economía para cumplir, como sea, sus metas de recaudación, descuidando deliberadamente a sectores privilegiados que concentran infinitas riquezas que se multiplican sin pagar un solo centavo de impuesto, como ocurre en el comercio minorista, el tráfico de mercaderías de contrabando, el cultivo y la comercialización de la coca, la especulación inmobiliaria estimulada por el narcotráfico, por ejemplo. ¿Qué dice el Servicio de Impuestos Nacionales sobre la reforma del sistema tributario en función de los principios de igualdad y proporcionalidad tributarias? ¿Cuál es la aclaración de la Administración Tributaria sobre esos temas medulares que plantea el editorial, como los “bolsones de riqueza”? En estos temas el silencio del Servicio de Impuestos Nacionales es evidente. Antes de publicar este papelón debió haber repensado sobre cómo mejorar su imagen institucional, muy venida a menos en este último tiempo, precisamente por sus actos injustos.

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